Bringing Life To Dead Flowers And Wilted Hearts (Spanish)
Special-Order Folded Tract
NOTE: This item is custom-printed to order (click for more details).
This tract is from our print-on-demand library, and is not kept in stock. Select the options below, and we will custom-print a batch just for you. Because this item is custom-printed, you can add your custom imprint to the back page at no extra cost.
- Estimated shipping date: Thursday, January 23 (Click for more details)
- SKU:
- Discounts: Discount coupons do not apply to this item
- Format: Folded Tract
- Size: 3.5 inches x 5.5 inches
- Pages: 6
- Imprinting: Available with 5 lines of custom text
- Returns: Because this item is custom-printed to order, it cannot be returned.
Show all item details
The full text of this tract is shown below. (Do you want to print this tract in a different version than the one listed? Contact us and let us know what you're looking for—we may be able to create the alternate version for you at no charge.)
“Al percibir el agua reverdecerá, Y hará copa como planta nueva” (Job 14:9).
Una mañana, mi esposa me recordó que teníamos una maceta de flores que habíamos olvidado desde hacía unos días. No fue intencional, simplemente la habíamos pasado por alto porque estaba en un lugar apartado. Cuando descubrimos que las flores estaban muertas, estuvimos a punto de tirarlas a la basura. Pero por alguna razón, no pude abandonarlas. Aunque estaban muertas y feas, las visualicé en todo su potencial: hermosas. Moví la maceta al sol para darles más calor y las regué diariamente, hablándoles con palabras de vida y ánimo. Esas flores eran mías, no las abandonaría ni me rendiría, al menos no todavía. Les presté mi atención y cuidado detallado mientras las animaba a volver a la vida. No sé por qué sentí tanto amor por esas flores muertas, pero sabía que el Señor estaba haciendo algo con ellas. Para mi sorpresa, las flores sin vida volvieron a la vida. Florecieron de nuevo y eran absolutamente hermosas. Las moví al frente de la casa para que todos las pudieran ver y disfrutar. ¿Qué tal si aprendemos una lección de esas flores muertas?
El Maestro Jardinero cuida de su jardín con esmero y atención. Observa cuando una de sus flores cae víctima de las circunstancias de la vida. Se da cuenta cuando han sido descuidadas y se están marchitando sin remedio.
El enemigo las acecha y las aleja de la luz y del calor que les da vida. Las flores quedan sin agua, en una temporada de sequía, sin amor ni atención. El resto del jardín pierde la esperanza al ver las flores sin vida... Es hora de descartarlas, al fin y al cabo, están muertas y no hay vuelta atrás, y hacen que el resto del jardín luzca mal. Ahora pareciera que no hay más esperanza para ellas.
Pero el Maestro Jardinero con ternura voltea su mirada hacia a las tristes flores, las levanta y las aparta de la desesperación para darles Su atención y cuidado exclusivo. Las coloca en la luz de Su amor y les entrega el calor de Su presencia divina. El Maestro las restaura con las aguas de la vida mientras les habla con palabras de aliento. Las toca suavemente con Su virtud sanadora.
Estas flores marchitas vuelven a la vida y ahora son hermosas en todos los sentidos. La dulce fragancia de Su presencia se desprende, bendiciendo a aquellos a su alrededor. El Maestro Jardinero las muestra a todos como un verdadero testimonio de Su amor restaurador y sanador.
Quizá hoy te sientas como una maceta de flores marchitas. Tal vez has estado en un lugar apartado, ignorado y abandonado por otros, sin calor, sin amor, sin luz. Puede que te hayas sentido seco, sin el agua necesaria para refrescarte y restaurarte. Incluso puedes sentirte descuidado y solo. Tu espíritu se siente marchito y muerto. Estás seco, y tu corazón se está volviendo duro y escamoso. Pero el tierno Maestro Jardinero Jesús se acerca a ti.
Ha puesto sus ojos en ti. No te olvidará en medio de tu tiempo de lucha. Te recoge con ternura, sin prestar atención a las voces a tu alrededor que te declaran muerto y sin esperanza. Te lleva a su lugar favorito en el jardín, donde te colma con su amor y atención. Vierte agua en cada herida y declara que eres suyo y que no debes ser ignorado ni desechado. Tu corazón duro se está ablandando en Sus manos. Él te sana, te restaura y te revive, animándote con consuelo y amabilidad.
El jardín completo se da cuenta de que al percibir el aroma del agua, comienzas a brotar y producir hermosos brotes. Estás vivo y no muerto. Él te recoge con orgullo y muestra al mundo lo que ha hecho. ¡Su amor ha hecho todas las cosas nuevas! El dulce aroma del Maestro Jardinero está sobre ti. Su amoroso toque te ha sanado. Su cuidado tierno te ha restaurado una vez más a plena floración. Una vez estuviste muerto, pero ahora eres la flor más hermosa de su jardín. El Maestro Jardinero te usará para edificar la fe de otros, mientras lo dejas mostrarte, demostrando una vez más que Él es fiel hasta el final.