The Greatest "Saver" Of All Time (Spanish)
Special-Order Folded Tract
NOTE: This item is custom-printed to order (click for more details).
This tract is from our print-on-demand library, and is not kept in stock. Select the options below, and we will custom-print a batch just for you. Because this item is custom-printed, you can add your custom imprint to the back page at no extra cost.
- Estimated shipping date: Tuesday, December 17 (Click for more details)
- SKU:
- Discounts: Discount coupons do not apply to this item
- Format: Folded Tract
- Size: 3.5 inches x 5.5 inches
- Pages: 4
- Imprinting: Available with 5 lines of custom text
- Returns: Because this item is custom-printed to order, it cannot be returned.
Show all item details
The full text of this tract is shown below. (Do you want to print this tract in a different version than the one listed? Contact us and let us know what you're looking for—we may be able to create the alternate version for you at no charge.)
El relevista de los Yankees de Nueva York, Marian Rivera, registró recientemente su "salvamento" 602 para convertirse en el mejor relevista de todos los tiempos. Mariano, un ministro bautista, agradeció comendablemente a Dios 13 veces en entrevistas posteriores al juego y sé que estaría totalmente de acuerdo con lo que estoy a punto de escribir.
Fíjate, Mariano Rivera a menudo es acreditado con "salvamentos", pero no son nada en comparación con los "salvamentos" hechas por su Salvador y el mío, el Señor Jesucristo. Mariano entra cuando su equipo está por delante y simplemente conserva ("salva") una victoria para su equipo. El Señor Jesucristo entra cuando las cosas se ven más sombrías y "salva" a los pecadores que están perdidos, no "ganando".
El ejemplo más grande de su poder salvador es el ladrón que fue crucificado con Jesús y fue salvado del infierno en los minutos finales de su vida. En Lucas 23: 39-43, leemos estas palabras ...
Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros. Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación? Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo. Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.
Claramente, el ladrón se arrepintió. Admitió que estaba "recibiendo lo que se merecía", que era un ladrón y merecía ser crucificado de acuerdo con las leyes del país. Si miras más temprano en el pasaje, él también comenzó burlándose de Jesús, pero Jesús estaba obrando en su corazón para cambiar su corazón de uno que lo odiaba a uno que lo amaba. El ladrón arrepentido también defendió a Jesús, diciendo que Él (Jesús) no hizo nada malo. Este pecador ahora vio que Jesús era diferente a ellos dos (y a todos nosotros): no tenía pecado.
El ladrón penitente estaba diferente ahora: tenía fe. ¡Chico, que si tenía fe! Le dijo al moribundo Hijo de Dios, en su momento de aparente debilidad, impotencia y sufrimiento: "Señor, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino". Por fe, este ladrón vio que Jesús era Dios, que Él es un Rey, que Él tiene un reino ... todo mientras Jesús estaba colgado en un una cruz al lado de él, muriendo.
Claramente, este hombre se salvó justo en los últimos minutos de su vida. Se arrepintió, oró, en esencia pidiendo perdón. Le testificó al otro ladrón. Y tenía fe. Todas estas cosas muestran que Jesús "le quitó el corazón de piedra" y le dio "un corazón de carne" allí mismo (Ezequiel 36:26). ¿Cuál fue la respuesta de Jesús a este ladrón, que milagrosamente se había convertido en una nueva creación? "De cierto", le dijo a este ladrón arrepentido, "hoy estarás conmigo en el paraíso". En otras palabras, Jesús mostró que estaba listo, dispuesto y capaz de salvarlo, este peor de los pecadores. Jesús estaba afirmando que el hombre ya había sido salvo, que ahora tenía los frutos de la verdadera fe que salva.
Cuando Mariano Rivera entra para "salvar" un partido, siempre está en óptimas condiciones físicas, pero Jesús salvó a un moribundo mientras Él mismo moría de la forma de muerte más horrible que se pueda imaginar. ¿Eres tu alguien que se enorgullece de lo que ha hecho Mariano, pero nunca has participado personalmente de lo que Jesús puede hacer? ¿O crees que estas demasiado perdido, demasiado pecador para ser salvo? Si Jesús pudo salvar a este ladrón moribundo que se burló de él, él puede salvar a cualquiera, pero no espere hasta que vea que se acerca la muerte antes de clamar al Mayor “Salvador ", ¡hágalo hoy!
Puede ser que no tengas la ventaja de ver la muerte acercándose. Termino con estos tres versículos, todos de los Labios del mismo Jesús, que prueban que Él está listo, dispuesto y capaz de salvarte y te insto a ser salvo hoy.
Jesús está LISTO para salvar: Él dijo: "Venid a mí todos los que estáis cargados, y yo os haré descansar" (Mateo 11:28).
Jesús está DISPUESTO a salvar: Él dijo: "Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera" (Juan 6:37).
Jesús es CAPAZ de salvar: Dijo "Porque de tal manera amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).
Copyright 2011 by Chet Jelinski
Traducido por Franklin Espinal