Two Appointments Every Man Has To Keep (Spanish, RVR)
Special-Order Folded Tract
NOTE: This item is custom-printed to order (click for more details).
This tract is from our print-on-demand library, and is not kept in stock. Select the options below, and we will custom-print a batch just for you. Because this item is custom-printed, you can add your custom imprint to the back page at no extra cost.
- Estimated shipping date: Thursday, December 26 (Click for more details)
- SKU:
- Discounts: Discount coupons do not apply to this item
- Format: Folded Tract
- Size: 3.5 inches x 5.5 inches
- Pages: 4
- Imprinting: Available with 5 lines of custom text
- Version: RVR-1960
- Returns: Because this item is custom-printed to order, it cannot be returned.
Show all item details
The full text of this tract is shown below in the RVR-1960 version. (Do you want to print this tract in a different version than the one listed? Contact us and let us know what you're looking for—we may be able to create the alternate version for you at no charge.)
Casi cada día hacemos citas. Algunas realizamos, otras posponemos o anulamos. Pero hay dos citas que
toda persona tiene que enfrentar.
La Biblia dice que cada persona tiene cita con la muerte y con Dios después de la muerte. “Está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio” (Hebreos 9:27).
1. Una Cita Con La Muerte
Tenemos cita con la muerte debido al pecado. Todos pecamos debido a lo que escogió uno—el primer hombre, Adán. Adán desobedeció el primer mandamiento de Dios y comió del fruto prohibido. La Biblia dice: “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron” (Romanos 5:12). Somos todos pecadores por naturaleza pero también por elección propia. El pecado trae muerte física y muerte espiritual (separación de Dios).
2. Una Cita Con Dios
Tenemos cita con Dios después de la muerte. Cuando veamos a Dios, Él nos juzgará como pecadores, o nos aceptará en el cielo como hijos Suyos. “Por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia” (Hechos 17:31). “De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida” (S. Juan 5:24).
¿Cómo Puedes Estar Preparado?
Las buenas obras no te prepararán para ese encuentro. Efesios 2:8-9 dice: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”.
Sólo podemos ser salvos por la decisión de un Hombre obediente e impecable. “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu” (1 Pedro 3:18). El segundo hombre, Jesucristo, obedeció la voluntad de Dios y murió por los pecados de la humanidad, para que pueda restaurarse la comunión con Dios y para ofrecer vida eterna a todos. 1 Corinthians 15:22 dice: “Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados”. ¡Cristo murió por tu culpa, tu pecado, y resucitó de los muertos para que puedas estar preparado para ver a Dios!
Sólo tú puedes escoger tu futuro. La única forma de prepararte para ver a Dios es obedecer Su mandamiento de arrepentirte (apartarte de tu pecado e ir en el camino de Dios) y recibirle a Cristo como tu Señor y Salvador personal. Isaías 55:7 dice: “Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar”. Romanos 10:9 y 13 dice: “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo...porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo”.
La mala noticia es que si no eliges recibir la justicia de Cristo, comparecerás con todo tu pecado ante el Dios Santo, y serás condenado a una eternidad en el infierno. “¿Cómo escaparemos, si descuidamos una salvación tan grande?” (Hebreos 2:3). El infierno realmente existe, y los incrédulos no entrarán en el cielo. “Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego” (Apocalipsis 20:15).
¿Estás Preparado Para Ver A Dios?
Si estás dispuesto a reconocer humildemente tu condición pecaminosa ante Dios, y en tu corazón volverte del pecado a Cristo, no tendrás por qué temer tus dos citas.
¿Clamarás al Señor Jesucristo hoy?
“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12).
Si le recibes, estás preparado.
Si no le recibes, no estás preparado.