The full text of this tract is shown below. (Do you want to print this tract in a different version than the one listed? Contact us and let us know what you're looking for—we may be able to create the alternate version for you at no charge.)

¿Sueñas con unas vacaciones en el extranjero?
Si no obtienes un pasaporte, no puedes viajar a muchos destinos internacionales. Cualquiera que quiera ir al Cielo algún día también debe planificar con anticipación.

¿ESTÁS PREPARADO PARA EL CIELO?

Nadie puede entrar en el Cielo —la santa y eterna morada de Dios— a menos que esté preparado. Debido a que Dios es santo y odia todo pecado, no puede aceptar en el Cielo a nadie que esté contaminado por el pecado. Cada uno de nosotros debe evaluarse a sí mismo cuidadosamente con respecto a los requisitos de Dios para entrar en el Cielo.

Los mandamientos de Dios pintan un cuadro de lo que Él requiere. Estos mandamientos incluyen cosas como no mentir, no robar, no envidiar y no usar el nombre de Dios como una grosería. Cuando miramos estos mandamientos y nos evaluamos honestamente, debemos admitir que no hemos cumplido perfectamente con el estándar justo de Dios. Cada uno de nosotros es culpable ante Dios. Su palabra, la Biblia, deja claro que todas las personas son pecadoras: “Todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios” (Romanos 3:23). Ninguno de nosotros cumple con el requisito de estar sin pecado, el cual es necesario para entrar en el Cielo.

PAGANDO EL PRECIO

Muchas personas están convencidas de que pueden ganarse un lugar en el Cielo haciendo cosas buenas como ir a la iglesia, leer la Biblia, orar y ayudar a los demás. El problema es que ninguna de nuestras buenas obras puede borrar la culpa de nuestro pecado. La palabra de Dios enseña que “cualquiera que guarda toda la ley, pero falla en un punto, se ha hecho culpable de todos” (Santiago 2:10). Un solo pecado es suficiente para hacernos culpables.

Si quieres estar preparado para el Cielo, necesitas que tus pecados sean perdonados. Debido a que Dios nos ama, Él, a un gran costo, ha provisto el camino. Nuestra salvación fue pagada a través del sufrimiento y la muerte de Jesucristo en la cruz. Dios lo envió a morir en nuestro lugar, recibiendo el castigo por nuestros pecados. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16).

¿QUIERES UN PASAPORTE PARA EL CIELO?

En primer lugar, debes reconocer que tu pecaminosidad hace que no seas apto para ir al Cielo. Luego, tienes que darte cuenta de que no puedes ganar el perdón de Dios. Finalmente, tienes que depender completamente del sacrificio de Jesús como pago por tus pecados.

Recibirás tu pasaporte al Cielo cuando pongas tu confianza en Jesucristo como Señor y Salvador. “Si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvo” (Romanos 10:9). La salvación es un regalo. “Porque por gracia ustedes han sido salvados por medio de la fe, y esto no procede de ustedes, sino que es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9).

Acepta el don gratuito de la salvación que Dios te ofrece a través de Su Hijo. “Cree en el Señor Jesús, y serás salvo” (Hechos 16:31). Puedes pedirle a Dios que te dé esta salvación ahora mismo. ¡Todos los que vengan a Él con una fe sincera serán salvos!

Back to top of page