Illusions (Spanish, RVR-1960, Special Order)
Special-Order Folded Tract
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- Format: Folded Tract
- Size: 3.5 inches x 5.5 inches
- Pages: 4
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- Version: RVR-1960
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Las ilusiones ópticas son divertidas porque desafían nuestro sentido de la realidad. Las vemos en todas partes, desde trucos en espectáculos de magia, hasta efectos especiales en las películas y, por lo general, podemos distinguir entre lo que es real y lo que no es.
Pero, ¿sabías que hay algunos engaños en los que millones de personas caen todos los días? Son obra del maestro ilusionista, Satanás, quien es llamado el “padre de mentira” en la Biblia (Juan 8:44). Él ha estado engañando a la gente para que desobedezca a Dios desde el principio de los tiempos, y es un engañador experimentado. ¿Has caído en los engaños de Satanás?
Engaño #1: Esta vida es lo único que importa
Podemos llegar a estar tan involucrados en esta vida que no prestamos atención a las realidades eternas. Dios dice que eso es insensatez: “Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?” (Marcos 8:36).
Engaño #2: Si se siente bien, hazlo
¿Debe importarnos lo que hacemos? ¿Existe tal cosa como el bien y el mal? Dios dice que cosecharemos lo que sembremos: “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará” (Gálatas 6:7).
Engaño #3: El Infierno no existe
Si comienzas a reflexionar sobre lo que viene después de esta vida, Satanás puede tratar de convencerte de que no hay nada de qué preocuparse. Dios dice lo contrario: “Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno” (Mateo 10:28).
Engaño #4: Todos van al Cielo
Otra mentira muy aceptada, es que ninguna persona jamás tendrá que ir al Infierno. Si bien es cierto que el Infierno fue creado para Satanás y sus ángeles, la Biblia dice que los que caen en los engaños de Satanás irán allí también: “Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles” (Mateo 25:41).
Engaño #5: No eres tan malo
Cada vez que desmentimos uno de los engaños de Satanás, puedes estar seguro de que él ya tiene otra mentira preparada. ¿En realidad somos tan malos como para ir al Infierno? La Palabra de Dios dice: “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23).
Engaño #6: Puedes ganarte el Cielo
Una vez que admitimos que hemos pecado, la siguiente mentira que a menudo creemos es que, probablemente, hemos hecho suficientes buenas obras para superar nuestras faltas. Sin embargo, a los ojos de Dios: “Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias [buenas obras] como trapo de inmundicia” (Isaías 64:6).
Engaño #7: Eres demasiado malo
Lamentablemente, muchas personas caen en éste también. Sí, es cierto que todos hemos fallado. Pero también es cierto que Dios está dispuesto a ayudarnos: “...al que a mí viene, no le echo fuera” (Juan 6:37).
¿Por qué quiere Dios que vayamos a Él? Porque nos ama. Él te ama a ti, y me ama a mí, no porque hayamos hecho algo para merecerlo, sino porque Él quiere hacerlo. Dios demostró Su amor por nosotros cuando envió a Su único Hijo, Jesucristo, al mundo a causa de nuestros pecados (Romanos 5:8).
Cuando Jesucristo murió en la cruz, Él proporcionó el camino para que pecadores como tú y como yo fuéramos llevados de vuelta a Dios. Nuestro pecado era como una deuda que tenía que ser pagada; Jesucristo la pagó. Nuestro pecado era como una condena que tenía que ser cumplida; Jesucristo la cumplió. Nuestro pecado era como una carga que tenía que ser quitada; Jesucristo la quitó.
Ahora, Dios está utilizando mensajes como este para hacer que la gente vea su necesidad de Él: “para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados” (Hechos 26:18). No caigas más en los engaños de Satanás. Vuélvete a Dios y pon tu fe en alguien en quien puedes confiar: Jesucristo ¡HOY!