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El creador de todas las cosas TE ama tanto que envió a su único Hijo, Jesús, a morir por ti en la cruz. Él quiere perdonar tus pecados y limpiarte para que puedas estar con Él por toda la eternidad. ¿No es asombroso saber que eres amado por Dios?

Su amor por nosotros es...

Interminable—El amor de Dios es eterno. ¡Él te amó ayer, te ama hoy y te amará por siempre!

“Con amor eterno te he amado”
(Jeremías 31:3).

Desinteresado—Dios no esperó a que lo amáramos primero. Su amor fue dado gratuitamente.

“Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero” (1 Juan 4:19).

Inmerecido—Dios es santo, recto y justo. Como pecadores, no hemos hecho nada para merecer el amor de Dios. Pero Él nos ama de todos modos.

“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8).

Inimaginable—Su amor lo llevó a enviar a su hijo Jesús para que soportara el castigo por nuestros pecados en la cruz. ¿Te imaginas ver a alguien que amas siendo castigado hasta la muerte por algo que no hizo?

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).

Inmortal—Dios no envió a Jesús sólo para que muriera por nuestros pecados. Después lo levantó de entre los muertos para que pudiéramos tener vida eterna. ¡Qué regalo tan maravilloso nos ofrece!

“En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él”
(1 Juan 4:9).

Inmeritorio—Dios te ofrece el regalo de la salvación por medio de Jesucristo. Ya que es un regalo, no puedes ganarlo. Más bien, debes ver tu necesidad de salvación y aceptarla confiando en Jesús como tu salvador.

“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9).

¿Cómo puedes recibir el regalo de Dios de la salvación? La Biblia dice:

“Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo” (Romanos 10:9).

¡Es así de sencillo! ¿Elegirás aceptar el amor de Dios? ¡Entonces tú también podrás experimentar el amor insondable de Dios por toda la eternidad!

“Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 8:38-39).

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