Mary's Testimony (Spanish)
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- Size: 3.5 inches x 5.5 inches
- Pages: 4
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El Testimonio de María
Quiero contarle de un testimonio precioso de una señora llamada María. Fue criada en un pueblo pequeño en el interior de Brasil y era una católica devota. Cerraba su tienda para asistir todo evento y toda clase que tenía la iglesia católica local.
Fue invitada a una clase cristiana para parejas y aunque era soltera, ella asistió. María avisó al misionero que ella era católica y fue asegurada de que sería bienvenida. A través de las siguientes semanas, esta pequeña dama trajo a otros para escuchar el Evangelio, aunque ella no lo había aceptado por sí misma.
Empezó a llegar a la escuela dominical y comentaba cuanto amaba el hecho de que los misioneros estudiaban la Palabra de Dios y hacían preguntas, queriendo ver lo que la Biblia dice y no simplemente aceptar la palabra de otra persona.
Con el tiempo, ella empezó a confiarse y explicó que estaba sufriendo persecución de parte de los otros miembros de la iglesia católica en el pueblo y por lo tanto asistía menos y menos los eventos allí. Un martes por la noche en el estudio bíblico, hubo un cambio de maestros y el hombre que dio la clase habló claramente de la diferencia entre tener una religión y tener una relación con el Señor Jesucristo. Él deliberadamente explicó la gracia y la misericordia en el contexto de la salvación. Al fin de su estudio, él llamó la atención a Romanos 10:9-10 y la necesidad de creer y confesar al Señor Jesús. Después de terminar, él contestó unas preguntas para María y ella salió. Eso fue la última vez que los misioneros la vieron viva.
Menos de 48 horas después, María tuvo un aneurisma cerebral y entró en una coma. Los misioneros hablaron con un pastor que estuvo en el hospital. Una sobrina quien había testificado a ella sin cesar le dijo a él que María fue salva el miércoles por la noche y no podía esperar hasta el domingo para confesarlo ante los demás en el servicio. El viernes por la mañana, ella pasó a la presencia de su Señor y Salvador, Cristo Jesús.
Los misioneros y algunos del grupo del estudio bíblico pudieron tener un corto servicio antes del servicio católico para el funeral de María. Los misioneros se entristecieron al ver los ritos que practicaba los católicos. Eran los mismos cánticos y lecturas que María había repetido toda su vida antes de llegar al conocimiento de la verdad que le salvó. En sus últimas horas, ella renunció estas creencias y puso su confianza únicamente en el Señor Jesucristo y recibió la vida eterna, la cual ahora mismo disfruta. Hubo unos cambios en su vida aun antes de ser salva:
- Ella tuvo la costumbre de hablar de María (la madre de Jesús) como la santísima y dejo de hacerlo.
- Ella dejo de orar el rosario.
- Ella llamó a una pariente para contarla que había creído en Cristo para la salvación.
- Una vez que asistió a la escuela dominical, ella nunca regresó a la misa los domingos por la mañana.
Gracias al Señor por el precioso testimonio de María, aunque ella nunca tuvo la oportunidad de darlo públicamente. Por favor, ore por la familia de María, todavía tan aferrados a la tradición y con la necesidad del mismo Salvador a quien acudió María poco antes de su muerte.
¿Qué tal usted? ¿Confía usted en ciertos pasos para llevarle al cielo? ¿Está esperando que la religión sea la respuesta a la eternidad? La Biblia nos dice que todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios (Romanos 3:23). También nos dice en Romanos 6:23 que la paga del pecado es muerte, pero el REGALO de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor. ¿Cómo recibimos ese regalo? La Biblia nos dice en Tito 3:5, “nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hayamos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y de la renovación del Espíritu Santo;” Jesús dijo en Lucas 5:32, “No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.” Romanos 10:9-10, 13 nos dice, “Que si confesares con tu boca al Señor Jesús, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, mas con la boca se hace confesión para salvación. Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.”
¡Ore a Dios por el perdón de pecado y deje la religión o cualquier otra cosa en la cual confía usted para la salvación y confíe en Dios únicamente para la salvación! María reconoció que ella no podía ganar su salvación y hoy ella regocija en la provisión de su Señor.